jueves, 11 de octubre de 2007

MAGISTRADO QUE ENCARCELÓ A CLAN PINOCHET PREMIADO AYER EN EEUU

Juez Cerda: “Hay maneras de ser cura párroco para llegar a ser obispo y otras que no”

“Tiene que haber una manera de ser juez en que, identificado éste con los derechos de las personas, se la juegue por defenderlos, cualquiera sea el precio, incluso el de la vida”




Tras recibir ayer en Washington un reconocimiento de la Fundación Gruber, el juez Carlos Cerda se refirió a su trayectoria en defensa de los derechos humanos y, en particular, a su última resolución en el caso Riggs en que procesó a 23 personas por malversación de fondos públicos, entre ellas la viuda y los cinco hijos de ex general Augusto Pinochet Ugarte.

Cerda calificó el premio como “un reconocimiento a un compromiso con los derechos esenciales de las personas y a una manera de ser juez en la que, sin estridencia, con total fortaleza, templanza y coraje, se va haciendo lo que hay que hacer”. En conversación con La Nación, Cerda agregó que el galardón “demuestra que hay una visión abierta de quienes lo dan, que valoran mi actitud en materia de derechos humanos durante el gobierno de Pinochet y la constancia y permanencia en esa defensa. También destacan el testimonio académico e institucional respecto de una manera de hacer justicia”.

- ¿Cómo se puede explicar ese “hacer justicia”?

-El Poder Judicial es un baluarte de la defensa de los derechos y fundamentalmente de las minorías ante un Estado que puede arrasar con ellos; y eso no sólo ocurrió ayer durante la dictadura, que por naturaleza no resguarda esos derechos, sino que también en democracia. Y los tribunales debemos darle certeza a quienes se sienten afectados. En eso tenemos que seguir testimoniando, dándoles ejemplo y enseñanza a los nuevos jueces.

- ¿Cómo se entiende esta forma de ser juez?

-Jugártela por lo que te parece que el sistema jurídico pone irrenunciablemente en tus manos. Yo creo que es eso lo que está detrás de este premio. Tiene que haber una manera de ser juez en que, identificado éste con los derechos de las personas, se la juegue por defenderlos. En eso y no en otra cosa consiste la jurisdicción. Cualquiera sea el precio, incluso el de la vida.

- ¿Está conforme con las resoluciones que ha dictado en su trayectoria judicial?

-Siempre quedo tranquilo con cada decisión.

-¿No siente que ha perdido algunas oportunidades por haber defendido los derechos humanos en dictadura?

-Ninguna. No he perdido nada. La familia puede verse afectada. Estos mismos días cuando retomé el caso Riggs, por ejemplo, trabajé entre 15 y 17 horas diarias. Ahora, si se está pensando en la Suprema, hay maneras de ser cura párroco para llegar a ser obispo y otras que no.

El magistrado viajó a EEUU en compañía de su ex esposa, Adriana Sánchez García-Huidobro, y tres hijos que viven en Chile. Allá se le sumaron una hija que vive en Burdeos (Francia) y otra que estudia en China. El grupo lo completan sus seis nietos, con quienes tomará vacaciones en Miami para volver a Chile el lunes 15 de octubre.

No hay comentarios: