miércoles, 15 de septiembre de 2010

El miedo y la impunidad, vestigios del Golpe de Estado en Chile



Domingo 12 septiembre 2010 7 12 /09 /2010 18:39
El miedo y la impunidad, vestigios del Golpe de Estado en Chile
escrito por Yamila Blanco

El investigador Aníbal Ortizpozo y el nieto del presidente mártir, Pablo Sepúlveda Allende, cuentan detalles sobre Chile durante la dictadura militar y denuncian que aun cunden el miedo y la impunidad.
Resumen Latinoamericano/Correo del Orinoco.- El 11 de septiembre de 1973 fue asesinado en Chile mucho más que un presidente. Salvador Allende ese día perdió su vida entre los escombros de la casa de La Moneda pero todo el pueblo chileno dejó tras de si el sueño del socialismo.
El golpe militar instaurado tras los bombardeos a la casa presidencial y comandando por el dictador Augusto Pinochet, fue planeado por un sector de la Armada de Chile junto con la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos.
Esa acción estuvo enmarcada en lo que se denominó Plan Cóndor, maniobra de coordinación de operaciones entre las cúpulas de los gobiernos dictatoriales del Cono Sur (Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia) y con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense y llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980.
EL MIEDO
Durante la dictadura militar, que culminó en 1990, una de las armas más efectivas usadas contra la población fue el miedo.
Así lo advirtió el artista e investigador chileno, Aníbal Ortizpozo, durante el foro “Complot del Parlamento en el Golpe de 11 de septiembre de 1973” realizado el pasado jueves en el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (MInci) de Venezuela.
“El libreto de los torturadores y los asesores norteamericanos fue producir miedo. No ocultaban los muertos, golpeaban a la gente en público, exhibían a los cadáveres desnudos en público, los tiraban por el río Mapocho en Santiago de Chile para que la gente los viera y supiera lo que les iba a pasar”, recordó.
Para el investigador, el golpe de Estado dejó a muchos chilenos “sin horizonte y sin apego a la tierra, como sin gravedad”.
“Fuimos votados de nuestros empleos, tuvimos que decidir entre convivir con la idea de perder nuestra vida en cualquier instante o exiliarnos y nos mataron el sueño por el que habíamos trabajado, el sueño de construir el socialismo”, resaltó Ortizpozo.
IMPUNIDAD
Al concluir la dictadura, en 1990 se crearon Comisiones de la Verdad y Reconciliación Nacional conjuntamente con Leyes de Amnistía y se indicó que se haría “justicia en la medida de lo posible”.
Para el médico y nieto de Salvador Allende, Pablo Sepúlveda Allende, la impunidad aun reina en Chile.
“Ha habido juicios y hay militares presos, pero con condenas muy pequeñas en relación a sus crímenes. Manuel Contreras, que era el jefe de la Dina (Dirección de Inteligencia Nacional), principal organismo represor cuando fue el Golpe militar, está preso pero también tiene una condena pequeña en cárceles cómodas”, resaltó.
Sin embargo, a juicio de Sepúlveda Allende a Chile le falta enjuiciar tanto militares como a autoridades civiles que fueron cómplices.
“A principios de 1990 hubo un acuerdo parlamentario a puertas cerradas con respecto al enjuiciamiento del hijo de Pinochet, quien estaba acusado de fraude económico. La derecha acordó pasar información sobre los detenidos desaparecidos durante el Golpe a cambio de que se dejara a un lado el juicio del hijo del dictador. ??La Concertación aceptó”, detalló.
EN DEMOCRACIA
Pero la llegada de la democracia no alejó el sentimiento de desesperanza de la población que instauró el miedo durante el golpe militar.
“La cultura de consumo que se ha instalado después de la dictadura ha enajenado y borrado la cultura histórica y política de todo el pueblo chileno y le ha borrado su memoria. Se ha despolitizado a la sociedad”, denunció del nieto de Allende.
Recordó que Chile tiene una historia de movimientos políticos, sociales y de clases muy importante con sus raíces en principios del siglo pasado.
“Tenemos una conciencia política bastante arraigada como cultura, pero lo más efectivo que logra la dictadura, y después los gobiernos de la Concertación a través de los medios de comunicación, es borrar todo vestigio del pensamiento socialista y el recuerdo de Allende como un pensador socialista”, aseveró.
EL HOMBRE
Médico cirujano y político chileno, presidente de la República de Chile en el periodo 1970-1976, mandato que no alcanzó a completar debido al golpe de estado de 1973.
En 1924 y luego de estar un año en el servicio militar, ingresó a la Universidad de Chile a estudiar medicina.
En 1937 fue elegido diputado por Valparaíso y entre 1939 y 1942 fue ministro de sanidad del gabinete de Pedro Aguirre Cerdá.
A partir de entonces se convirtió en líder indiscutible del partido socialista.
Luego de varios intentos, en 1970 Salvador Allende fue proclamado presidente.
Tuvo una oposición feroz y violenta pero contó con un apoyo importante por parte de la ciudadanía, en particular de los sectores populares.
Este apoyo a la presidencia de Allende se demostraría claramente en las elecciones parlamentarias de 1971 y las municipales de 1973.
Problemas económicos surgidos por maniobras de la derecha, como la paralización del transporte y el desabastecimiento, polarizaron a la sociedad chilena, por lo que Allende decidió tomar medidas que sirvieran como vehículos de diálogo y negociación.
La derecha consideró la situación insoluble y organizó un golpe de estado militar contra el presidente.
En junio de 1973 hubo un primer intento de golpe, conocido como "El Tancazo", pero las fuerzas leales, encabezadas por Carlos Prats, lograron dominar la situación.
El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet encabezó un golpe militar, durante el cual bombardeó el palacio de la Mondeda, sede del gobierno.
Salvador Allende rechazó las exigencias de rendición y perdió la vida heroicamente defendiendo su cargo, dándole prestigio a la política chilena y entregando un ejemplo de consecuencia y convicción democrática y socialista.
Una de sus últimas frases, dedicadas a su pueblo, fue: “Trabajadores de mi Patria: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!”.

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