Esta tarde falleció de un paro cardiorespiratorio la compañera Otilia Vargas Vargas, madre de seis militantes del MIR, cinco de ellos asesinados durante la dictadura militar.
Otilia, fue un ejemplo de lucha e inagotable perseverancia en su inclaudicable denunciar del atropello a los Derechos Humanos en Chile durante los años de la dictadura militar de Pinochet.
Otilia, de 83 años, fue profesora primaria, una comprometida maestra rural que llevó con el credo de justicia a formar generaciones y generaciones de estudiantes de nuestra patria.
De sus seis hijos nacidos en su matrimonio con don Osvaldo Pérez, solo les sobrevive su hija Patricia, a quien expresamos nuestro apoyo más comprometido, y nuestro emocionado cariño.
De sus hijos, víctima de la violencia dictatorial, recordamos a Dagoberto, miembro de la comisión política del MIR quien murió en combate, en el enfrentamiento de Malloco, en Octubre de 1975. El cuerpo de Dagoberto fue enterrado en el patio 29 del Cementerio General, desde allí sus restos fueron posteriormente removidos y desaparecidos.
Sus hijos Carlos y Aldo, fueron desaparecidos en septiembre 1974, siendo imposible dar con su paradero, a pesar de las permanentes gestiones de su madre para desentrañar las condiciones de su secuestro y desaparición.
Los mellizos Mireya e Iván, combatieron durante un enfrentamiento en la comuna de La Florida en febrero del 1976, en ese combate de resistencia revolucionaria, Iván es asesinado. Mireya, herida, fue secuestrada por los tropas militares, y trasladada a la casa de torturas de Villa Grimaldi, donde muere en manos de sus verdugos.
En la lucha por la recuperación de los derechos humanos en Chile y resistiendo junto al pueblo chileno, en la reorganización de la resistencia antidictatorial, la compañera Otilia Vargas permaneció en la clandestinidad durante 3 años.
En 1976, por recomendación de las organizaciones de derechos humanos de Chile e internacionales, y por su partido donde militaba, se le recomienda salir al exilio para preservar su sobrevivencia junto a la de su esposo Osvaldo y su hija Patricia.
Acogidos por la solidaridad de la Revolución Cubana, Otilia no desestimó tiempo ni empeño en denunciar internacionalmente las violaciones de los derechos humanos en Chile, y el riesgo a que estaba expuesta la juventud chilena que luchaba en distintos lugares de nuestra patria, reorganizándose para resistir a la dictadura militar.
En 1992 Otilia regresa a Chile con su esposo e hija, continuando su lucha en la denuncia y gestiones en tribunales por la JUSTICIA NADA MAS Y NADA MENOS.
Su esposo, compañero de esa incansable vida, aquejado de ese dolor irrecuperable, falleció hace cuatro años.
La tenacidad de Otilia, no descansa, y le hace guerra también al cáncer que la atacó desde hace unos años. Otilia tenía mucho que hacer.
Presentó su libro testimonio, “La dictadura me arrebató cinco hijos”, que relata la dramática experiencia de su familia, y el terror que desató la mano criminal del imperialismo y la burguesía chilena con sus fuerzas armadas, aniquilando las esperanzas de nuestro pueblo que nos llevaron en 1970 al gobierno de la Unidad Popular con Salvador Allende.
Otilia falleció como una combatiente revolucionaria ante la cual nos debemos detener para recoger de sus manos de maestra y sabia luchadora, su legado.
Sus restos serán velados mañana domingo 15 de junio en la Iglesia Don Bosco, ubicada en Gran Avenida 8340 paradero 22 y medio.
Sus funerales se realizarán el lunes 16 de junio en el Cementerio El Prado de la comuna de La Florida, a las 12 horas.
Esta tarde falleció de un paro cardiorespiratorio la compañera Otilia Vargas Vargas, madre de seis militantes del MIR, cinco de ellos asesinados durante la dictadura militar.
Otilia, fue un ejemplo de lucha e inagotable perseverancia en su inclaudicable denunciar del atropello a los Derechos Humanos en Chile durante los años de la dictadura militar de Pinochet.
Otilia, de 83 años, fue profesora primaria, una comprometida maestra rural que llevó con el credo de justicia a formar generaciones y generaciones de estudiantes de nuestra patria.
De sus seis hijos nacidos en su matrimonio con don Osvaldo Pérez, solo les sobrevive su hija Patricia, a quien expresamos nuestro apoyo más comprometido, y nuestro emocionado cariño.
De sus hijos, víctima de la violencia dictatorial, recordamos a Dagoberto, miembro de la comisión política del MIR quien murió en combate, en el enfrentamiento de Malloco, en Octubre de 1975. El cuerpo de Dagoberto fue enterrado en el patio 29 del Cementerio General, desde allí sus restos fueron posteriormente removidos y desaparecidos.
Sus hijos Carlos y Aldo, fueron desaparecidos en septiembre 1974, siendo imposible dar con su paradero, a pesar de las permanentes gestiones de su madre para desentrañar las condiciones de su secuestro y desaparición.
Los mellizos Mireya e Iván, combatieron durante un enfrentamiento en la comuna de La Florida en febrero del 1976, en ese combate de resistencia revolucionaria, Iván es asesinado. Mireya, herida, fue secuestrada por los tropas militares, y trasladada a la casa de torturas de Villa Grimaldi, donde muere en manos de sus verdugos.
En la lucha por la recuperación de los derechos humanos en Chile y resistiendo junto al pueblo chileno, en la reorganización de la resistencia antidictatorial, la compañera Otilia Vargas permaneció en la clandestinidad durante 3 años.
En 1976, por recomendación de las organizaciones de derechos humanos de Chile e internacionales, y por su partido donde militaba, se le recomienda salir al exilio para preservar su sobrevivencia junto a la de su esposo Osvaldo y su hija Patricia.
Acogidos por la solidaridad de la Revolución Cubana, Otilia no desestimó tiempo ni empeño en denunciar internacionalmente las violaciones de los derechos humanos en Chile, y el riesgo a que estaba expuesta la juventud chilena que luchaba en distintos lugares de nuestra patria, reorganizándose para resistir a la dictadura militar.
En 1992 Otilia regresa a Chile con su esposo e hija, continuando su lucha en la denuncia y gestiones en tribunales por la JUSTICIA NADA MAS Y NADA MENOS.
Su esposo, compañero de esa incansable vida, aquejado de ese dolor irrecuperable, falleció hace cuatro años.
La tenacidad de Otilia, no descansa, y le hace guerra también al cáncer que la atacó desde hace unos años. Otilia tenía mucho que hacer.
Presentó su libro testimonio, “La dictadura me arrebató cinco hijos”, que relata la dramática experiencia de su familia, y el terror que desató la mano criminal del imperialismo y la burguesía chilena con sus fuerzas armadas, aniquilando las esperanzas de nuestro pueblo que nos llevaron en 1970 al gobierno de la Unidad Popular con Salvador Allende.
Otilia falleció como una combatiente revolucionaria ante la cual nos debemos detener para recoger de sus manos de maestra y sabia luchadora, su legado.
Sus restos serán velados mañana domingo 15 de junio en la Iglesia Don Bosco, ubicada en Gran Avenida 8340 paradero 22 y medio.
Sus funerales se realizarán el lunes 16 de junio en el Cementerio El Prado de la comuna de La Florida, a las 12 horas.
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